La estabilidad en un negocio es un bien escaso que todos desean y pocos llegan a conseguir.

Aun así, este preciado objetivo puede convertirse en arma de doble filo y perjudicarnos en un momento dado. Con un cliente que compra por costumbre, o de manera mecánica, corremos el riesgo de que se aburra de nosotros y busque productos y experiencias nuevas.

Es por eso que los publicistas, jefes de marketing, comerciales y demás responsables de ventas de cualquier empresa que se precie están constantemente en búsqueda de nuevas formas de “no aburrir” a los clientes, de darles motivos para que sigan confiando en nuestros servicios.

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Desde el primer momento en el que un cliente entra a nuestro negocio, al igual que existe una posibilidad real de que acabe comprando nuestros productos, existe otra posibilidad de que, al final, no se decida y se vaya de nuestro establecimiento.

Aquí es donde entra en juego nuestra habilidad para hacer que los clientes se sientan cómodos desde el primer paso que den en nuestro negocio, o desde el primer click que den en nuestra web. Y en esta receta entran en juego muchos factores, físicos y psicológicos.

Uno de ellos es la comodidad, la facilidad de encontrar el producto que buscan sin demasiada dificultad. Para ello existen multitud de técnicas de almacén y organización, o de motores de búsqueda en una web, categorización etc. Con esto conseguimos que el cliente encuentre lo que necesita en los menores pasos posibles.

Otro factor muy importante es el psicológico.

Sensaciones tan simples como un olor, un tacto o un color en particular, puede alterar totalmente nuestra actitud hacia un producto, haciendo que lo veamos de una manera u otra.

El ejemplo más claro de esta técnica son las zonas de panadería en los supermercados, o la sección de perfumería en un gran almacén. Aquí el olor del producto nos llega mucho antes de entrar en dichas secciones, de manera que nos predisponen a una sensación especial.

Los colores son un factor que condicionan nuestro comportamiento, dado que el estímulo visual es uno de los que más rápidamente llegan a nuestro cerebro y de los que recordamos con mayor fuerza pasado el tiempo. Los colores primarios, ya sean el rojo, verde, amarillo, azul, etc., consiguen dejar una marca en nuestro cerebro que no olvidaremos con facilidad, por lo que el uso de colores en un negocio es una estrategia cada vez más usada, y con muy buenos resultados.

Los rollos de papel térmico de colores son nuestro pequeño aporte para que tu negocio se distinga de la competencia, ofreciendo así un detalle que los clientes agradecerán con cada compra.

 

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