Un recibo de compra es el documento más importante que debemos conservar cuando adquirimos cualquier producto. A efectos de garantía y devolución, es indispensable tener el recibo de compra en perfecto estado y completamente legible. De esta manera nos evitaremos sorpresas indeseadas.

Aquí tienes algunos consejos si quieres conservar tu recibo de compra lo máximo posible.

1- La luz es mala

La mayoría de los tickets de recibo de compra están impresos en papel térmico, por lo que el contacto con fuentes de luz y/o calor causará daños irreparables. Procura mantenerlos en un lugar seco, lejos de cualquier fuente de luz y cuidados de la humedad. De esta manera estarán en un ambiente óptimo para su conservación.

2- ¡Guardad las carteras!

Es probable que la cartera (o el bolso) sea el primer lugar en el que aterrice el recibo de compra una vez hecha la transacción. Ningún sitio es peor para un recibo de compra que una cartera o un bolso repletos de cosas. El roce, unido al calor que desprendemos causarán en el recibo de compra un efecto devastador, haciendo que se borre su contenido en pocos días.
Un truco muy útil es echarlo en la misma bolsa en la que tengas el producto (mientras que no se moje). De esta manera cuando saques las cosas de la bolsa sacarás también el recibo de compra.

3- Copiar a veces es bueno

Si ninguno de estos anteriores consejos te es suficiente, puedes optar directamente por hacer una fotocopia del recibo de compra. De esta manera, al pasarlo de papel térmico a papel convencional, nos aseguraremos de que la impresión estará vigente por mucho más tiempo. Aun así es conveniente grapar el original a la fotocopia, por si las moscas.

Siguiendo estos 3 consejos cualquier recibo de compra que tengas no sufrirá innecesariamente. Tenlos a mano y no pasarás ningún disgusto.